A partir del año 2017 se instauró en Así Conserva Chile el premio a la trayectoria, con el espíritu de entregar reconocimiento público a alguno de los socios que se destaque por su historia de esfuerzo y logros alcanzados en su iniciativa de conservación, junto con una notable contribución al crecimiento de la Asociación y a la conservación del país en general. En junio de 2017 se realizó la primera versión del premio que fue entregado a la primera Presidenta de Así Conserva Chile: Elisa Corcuera Vliegenthart, representante del Centro de Investigación y Educación Parque Katalapi.
Elisa Corcuera, quien falleció en julio del mismo año tras varios años de luchar contra el cáncer, fue un gran ejemplo de persistencia, felicidad y ánimo para encarar las dificultades de ejercer la conservación, además de ser un ejemplo de constancia en el trabajo, capacidad de diálogo, de entusiasmar a otros en la causa de la conservación y del espíritu de colaboración para alcanzar objetivos comunes, por lo que el premio a la trayectoria pasará a tener su nombre en la posteridad. El gato guiña (Leopardus guigna) era reconocido por ella como un animal que la representaba y con quien tuvo una hermosa experiencia de encuentro, por lo que se quiso mantener como símbolo del premio.
PRIMERA GANADORA DEL PREMIO A LA TRAYECTORIA
Este premio es sin duda una oportunidad para cada año reconocer y valorar las virtudes y esfuerzos de los socios por sus pares, como una práctica necesaria y positiva, que a veces queda relegada entre los grandes y acelerados desafíos que exige el hacer conservación. En su primera versión, la ganadora del premio fue elegida de forma unánime por el Directorio y fue entregado de manera más íntima a Elisa. En esta ocasión, se plantea que sea el Directorio quien elija a tres candidatos o candidatas que sean merecedores del premio, y que sea la mayoría de los socios quienes decidan el resultado mediante votación electrónica, teniendo cada socio derecho a un solo voto. La elección y entrega del premio se seguirá realizando de manera anual, para entregarlo públicamente en la asamblea o encuentro de socios.
Esta institución ya es conocida a nivel mundial por concretar exitosamente la donación al Estado de grandes extensiones que estaban destinadas a la conservación de manera privada, asegurando que permanezcan en el futuro como Parques Nacionales, pasando a formar parte del patrimonio natural de todos los chilenos. Tompkins Conservation tiene una extensa trayectoria en Chile y en Argentina, que comenzó en la década de los 90, a través de diversas áreas de trabajo además de la conservación de tierras, como la restauración, agricultura sustentable, educación ambiental, ecoturismo, activismo y reintroducción de fauna nativa. Se hizo partícipe como socio patrocinante de Así Conserva Chile muy tempranamente a través del entonces Santuario de la Naturaleza Pumalín, otorgando su apoyo a una red nacional incipiente, que sigue creciendo hasta la actualidad. Sin duda, poder contar desde el principio con la convicción de instituciones de gran renombre como esta, ha sido un enorme aporte. Se destaca especialmente, que al hacerse evidente el sentido filantrópico de estas iniciativas, además del elevado estándar de gestión de sus áreas de conservación, se ha contribuido a posicionar la conservación privada como un elemento positivo que beneficia a la sociedad en su conjunto.
El Parque Andino Juncal (PAJ), socio de larga trayectoria en Así Conserva Chile, ha sido nominado por su ardua dedicación a la conservación de glaciares, humedales y especies de flora y fauna en la alta cordillera de Chile Central. Desde el año 2003, el predio de 13,796 hectáreas propiedad de la familia Kenrick, cerró de manera definitiva sus puertas a proyectos mineros e hidroeléctricos, al sobrepastoreo, y a las prácticas militares que afectaban directamente con la biodiversidad del lugar. La conservación del PAJ fue una tarea muy ardua en un comienzo, debido a la gran cantidad de actores interesados en el predio por lograr utilizar o extraer sus recursos de manera insostenible, destacándose la incasable labor de su coordinadora para sacar a delante un proyecto de conservación único en la Quinta Región. La declaratoria en 2010 como sitio Ramsar en la totalidad de su superficie, fue una victoria para el PAJ, lo que logra darle reconocimiento internacional a este vital paisaje, lugar donde nacen las aguas de la cuenca del Río Aconcagua. Hoy el PAJ—hábitat en restauración de guanacos y pumas, chorlitos y pericos cordilleranos, alstroemerias y violas andinas—abre sus senderos a cientos de personas de todo el país por temporada, mientras persiste en la lucha por mantener al Juncal como el único valle cordillerano de la cuenca de Aconcagua libre de intervenciones.